Los Perros llegaron
cuando estábamos pescando y nos rodearon. O nos tirábamos al agua o nos comían
vivos.
Nos tiramos al agua.
Y aprendimos a
nadar.
Los Perros
aparecieron de golpe. Tiramos las cañas de pescar y corrimos hasta un ombú. Nos
trepamos. Los Dogos nos rodearon durante todo el día. Al atardecer, cuando en
el obrador se dieron cuenta que no volvíamos, nos fueron a buscar al arroyo
Pirayui y nos encontraron haciendo de pájaros. Alguien acercó la pick up al
tronco y nos tiramos a la caja. Los Perros ladraron y nos corrieron hasta
llegar al pavimento. No pasaron el límite del camino de tierra. El asfalto les
hacía de frontera.
--¿Vidria?
--¿Papi?
--Dejá la caña de
pescar y vení despacito hasta donde estoy yo.
--¿Y si me muerden?
--No van a hacerte
nada. Vos levántate y caminá hasta acá. No los mires. Si no los mirás, ellos no
te ven.
--Tengo miedo.
--Ellos también.
--¿Y por qué me
ladran?
--Porque están convencidos
que corren peligro.
--¿Cómo sabés, papi?
--Porque sos la cosa
más fea que vieron y que verán en toda su vida.
V.