viernes, 13 de abril de 2012

Divendres



—Los viernes son tristes.
¿Por qué?
—Porque son como morirse. Como soñar que tu perro es un esqueleto que juega con la luna caída en la tierra a trozos. Los viernes son un diagnóstico adverso. Los viernes son categóricos. Y aburridos. Como la entrada a un túnel. Como las ruinas de los pueblos desaparecidos. Como cascotes. Eso. Los viernes son cascotes. Y piedras. Huecos. Pantanos. Barro. Y niebla. Los viernes son anecdóticos. Y los odio.
—¿Por qué?
—Porque son tristes. Como las bombas, como los obuses y la metralla y los volcanes apagados. Como los cisnes en los lagos. Como las montañas y los pinos y los días azules. Sin lluvia y sin tormentas. Los viernes son tristes como los tigres amansados a latigazos. Como los circos. Y los monstruos.  Como yo sin adjetivos. Y sin granadas.



V.
Imatge: Martín Burgos.